
1. Monitorización del rendimiento.
Registra la producción y el rendimiento para detectar oportunidades de mejora.
2. Configuración óptima de parámetros generales.
Ajusta la presión de compactación según el tipo de material procesado para obtener fardos de alta densidad sin sobrecargar la máquina y utiliza alambre/cuerda apropiados.
3. Mantenimiento preventivo regular.
Realiza inspecciones periódicas para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas hidráulicos y eléctricos. Lubrica las piezas que lo necesiten y revisa el estado de las cuchillas y cilindros con el fin de mantener la máquina al día.
4. Uso de repuestos adecuados.
Recomendamos el uso de repuestos originales, ya que los de dudosa procedencia pueden dañar la prensa o reducir su eficiencia. Llama a técnicos especializados, sabes que en IMABE cuentas con nuestro Servicio Técnico 360º.
5. Capacitación del personal.
Asegúrate de que los operarios estén bien entrenados en el uso adecuado de la prensa y en constante actualización, respetando los protocolos de seguridad y operativos recomendados por IMABE.
Un equipo bien atendido es sinónimo de productividad y durabilidad. Optimiza tu prensa y obtén el máximo rendimiento de ella.